María y sus primeros frutos

By Sheryl Greenwood | Ecuador in South America

Sheryl.

Después de haber escuchado de que Jesús, y no una estatua de madera, tiene el poder de ayudar a su familia, María respondió pensativamente: "He escuchado a varias personas diciendo eso". Su mente y su corazón se han estado abriendo cada vez más para contemplar las afirmaciones de Jesús compartidas durante las visitas de los líderes del proyecto Huerto Familiar Primeros Frutos.

La familia de María y la familia de su hermana Anita estaban luchando con problemas financieros y de salud incluso antes del comienzo de la pandemia de COVID. El esposo de María sufre de cáncer y ya no puede levantarse de la cama debido al dolor intenso y la hinchazón en sus piernas. Los demás miembros de ambas familias que antes contribuían financieramente, también han perdido sus trabajos durante estos tiempos de escases económica. María dijo que tomó el poco dinero que habían acumulado y lo dio como ofrenda a una estatua de la imagen de la “Virgen del Cisne”, con la esperanza de que pudiera ayudar.

María y su hermana Anita son ahora participantes del proyecto Huerto Familiar Primeros Frutos de SIM en Ecuador.

La investigación y oración por ese proyecto de jardinería ya habían comenzado un año antes, cuando el equipo ministerial de Compasión de SIM Ecuador había estado conversando y orando acerca de cómo ayudar a las familias económicamente necesitadas.

Luego, la pandemia golpeó al Ecuador en febrero del 2020 y fue cuando, Sheryl, una misionera del equipo de SIM sintió que el Señor le decía: “¡Este es el momento! La gente necesita un sentido de esperanza. Necesitan que se les anime a usar los recursos que ya les he dado, incluso si no tienen trabajo o dinero ".

De repente en Marzo, hubo un incremento en las restricciones hasta el punto en que muchas empresas tuvieron que cerrar sus puertas. Los ingresos y ahorros familiares se agotaron en unas pocas semanas. Los obreros de SIM, junto con los creyentes ecuatorianos locales, comenzaron a visitar las casas de los participantes y a educarlos sobre cómo plantar y cuidar vegetales.

Ya sea en macetas o en pequeños terrenos al lado de sus casas, los vegetales de estos huertos ahora brindan a los miembros de familia los nutrientes que necesitan, además de una sensación de productividad durante una época en la que sienten que pueden hacer muy poco para mantener a sus familias.

Una mujer dijo meses después: “Era lo peor tener que sentarme en casa sin poder hacer nada. En nuestro jardín, no cultivábamos muchos alimentos, pero me animé a hacer algo con mi familia y esto me dio la esperanza de que podríamos superar esta crisis".

Cultivar un huerto requiere tiempo y paciencia, lo que brinda una amplia oportunidad de realizar visitas a las casas de forma regular para hablar sobre la jardinería y también para cultivar amistades. Nos da oportunidades de compartir historias agrícolas relevantes de la Biblia y sobre todo de las buenas nuevas de Jesús.

¡Le damos la gloria a nuestro Dios porque él fue quien nos guio a estar preparados para comenzar este proyecto incluso antes de saber que una pandemia mundial estaba por venir! Pero Dios satisface nuestras necesidades y nos guía incluso antes de que sepamos lo que necesitamos. Estamos emocionados de ver cómo Él dará fruto en muchos corazones a través de este ministerio.

¿Desea apoyar el proyecto de Primeros Frutos? Visite nuestro portal de donaciones utilizando el número de proyecto 091902 y ore por el equipo ministerial con los puntos de oración a continuación.

Ore por ...

- María, Anita y sus familias, y otros más en el proyecto, tales como Sabina, Janeth, Ximena, Mercy.

- Corazones y mentes abiertos para escuchar las buenas nuevas y recibir a Jesús como el único verdadero proveedor, sanador y Dios digno de adoración.

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